lunes, 26 de mayo de 2014
Guadalupe
En medio de nuestras enfermedades, dolencias y desesperanzas, no hay nada más grande que saber que otros oran por nosotros... cuánto más no es el sentimiento del corazón cuando la que intercede es aquella que llevó a Dios en sus entrañas y nos recuerda que el dolor del otro es dejar que Dios se mueva también en las nuestras. María, la mujer y mamá de la compasión, está siempre presente y nos invita a estarlo también nosotros para nuestros amigos... "¿No estoy yo aquí que soy tu madre?"
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