lunes, 24 de marzo de 2014

El Alfarero (Jeremías 18, 3)

Esta imagen tiene fines educativos y evangelizadores, en caso de reproducción con
valor monetario, favor llegar a acuerdo con el autor.

“Bajé al taller del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno. A veces trabajando el barro, le salía mal una vasija; entonces hacía otra vasija, como mejor le parecía…. Como está el barro en manos del alfarero, así están ustedes en mis manos” Jeremías 18, 3…
Fueron muchos los alfareros de la época del profeta, que al escuchar estas palabras se llenaron de una alegría sin límite… al mirar a otros seres humanos, puede ser fácil encontrar la asperidad, la suciedad y el desecho de la tierra con la que están hechas. Dios siempre nos invitará a ver en la tierra propia, y de los demás seres humanos, el color, la variedad, la forma, el arte, lo profundo de esa misma tierra; siempre, a imagen de Dios, habrá oportunidad no solo de crear sino de recrear nuestras vidas y las de aquellos que Dios nos ha confiado como se crea y se recrea una vasija en el taller. Por eso, aunque las vueltas del torno y la cotidianidad quieran deformarnos en sus velocidades, siempre habrá manos que nos darán nuevas, diferentes y bellas formas. Eres tierra para crear y recrear. Dios no pierde a sus hijos y Jesús no pierde a sus amigos.

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